El jugador que busca volver a Argentina y en Independiente sueñan con su regreso

El Mercado de Pases en el fútbol argentino podría sumar una bomba inesperada: Esequiel Barco quiere volver al país. Según el programa Muy Independiente, el actual jugador del Spartak Moscú habría manifestado su intención de regresar por “motivos personales”, lo que activó rumores sobre un posible retorno a su club de origen. Aunque las diferencias económicas son considerables, en Avellaneda ya se encienden las alarmas y, sobre todo, las ilusiones.

Uno de los primeros en opinar fue el periodista Renato Della Paolera, quien afirmó que “Independiente tiene la obligación de al menos intentar buscarlo”. Si bien es cierto que la distancia económica parece insalvable, el hecho de que el jugador quiera volver abre una puerta. Barco, surgido en el Rojo y vendido al Atlanta United en una operación millonaria, conserva un lazo emocional con el club, a pesar de un conflicto legal vigente por una donación de canchas que nunca se concretó.

El regreso no sería sencillo: Barco tiene contrato vigente en Rusia, cobra un salario elevado y cuenta con el interés de otros clubes. Además, su último pase fue gestionado por River, que embolsó más de 15 millones de dólares por su llegada al Spartak. Sin embargo, ese conflicto legal con Independiente podría transformarse, paradójicamente, en un canal para restablecer el vínculo y abrir un diálogo que allane el terreno para su vuelta.

En Avellaneda nadie se atreve a dar nada por cerrado, pero el solo hecho de que Barco haya expresado su intención de volver ya genera revuelo. En un club necesitado de referentes y de jerarquía futbolística, su regreso sería una noticia impactante. El deseo del jugador y el sueño del hincha confluyen, aunque los números todavía juegan en contra.

Barco dejó una huella en Independiente y su posible regreso sería uno de los grandes movimientos del Mercado de Pases. Aunque la operación está llena de obstáculos, la ilusión está instalada. “Sería como un crucero”, dijeron desde el entorno del jugador. En un fútbol argentino cada vez más condicionado por lo económico, soñar todavía no cuesta nada.

FUENTE: Pasión Fútbol